Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags. 11 de julio 2024.- Para nadie en los medios de comunicación ni en los corrillos políticos es un secreto que Alejandra Peña Curiel ha transitado en los últimos años, perpetrando una serie de traiciones políticas, personales y de negocios.
Una de tantas traiciones fue contra su ex socia y ex compañera Claudia Marín a quien obstaculizó por todos los medios pudiera tomar posesión del cargo de regidora suplente mientras ella competía por un lugar en el Congreso del Estado.
Esta malsana obsesión llevó a Alejandra Peña a solicitar licencia para separarse del cargo cuando ya había vencido el plazo para ello y, como ya lo habíamos mencionado hace días, a regresar antes de concluir la campaña.
Esta actitud ayer se le revirtió al ser declarada inelegible por la autoridad electoral, ente que ordenó fuera revocada la constancia de mayoría emitida a su favor. Hoy podrá alegar discriminación y hasta una conspiración extraterrestre. La verdad es que actuó mal y se le pudrió la posibilidad de ser diputada.
Otro que se queda fuera del Congreso del estado es Fernando Alférez Barbosa. No la vio venir a pesar del largo colmillo que dice tener. Hacerse pasar por débil visual sin serlo y esgrimiendo solo una receta del ISSSTE no le fue suficiente. Para los juzgadores una discapacidad real altera el ritmo y calidad de vida y es evidente que Alférez sigue siendo el mismo de siempre.
Como ya también lo habíamos adelantado, Kéndor Macias nunca volverá a ser diputado local. Sus cálculos no le dieron ni con el berrinche y pataleta que hizo.
A Luisito Salazar se le negó también la posibilidad de reelegirse como regidor. Los números no le dan, pero ya con la cabeza fría deberá analizar las traiciones de que fue objeto por parte de Arturo Ávila (te lo dije, Luisito) y de la dirigencia del Partido Verde.
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