Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags. 20 de agosto 2024.- Curioso caso es el del morenista Fernando Alférez Barbosa, quien por tratar de meterse con calzador a una diputación plurinominal, de esas que son de regalo por no hacer nada, podría crear un severo conflicto en la ya de por sí complicada designación de candidaturas por las llamadas cuotas.
Y es que hay que recordar que Fernando Alférez pretende pasar por persona discapacitada aduciendo que tiene miopía, dicho que le permitió acceder a una curul representando a esta comunidad, curul que le fue retirada por el tribunal local, donde se consideró que Alférez no es discapacitado, cuando menos de la vista.
Como era de esperarse, el expriísta y ex perredista raudo y veloz interpuso ante la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano, registrado con el expediente JDC-487/2024.
Lo grave del asunto es que en su desesperación por llegar a gritar al Congreso del Estado, Fernando Alférez ya no alega miopía, sino que presentó un certificado médico emitido el 29 de marzo por el médico Francisco Gutiérrez Vázquez del IMSS, donde se diagnostica Diabetes Mellitus tipo 2, nefropatía mixta obstructiva, hipertensión esencial y retinopatía diabética con tratamiento a base de fotocoagulación por rayo láser.
Quienes conocen a fondo el derecho electoral consideran que, con este diagnóstico, de dársele la razón a Fernando Alférez, se estaría abriendo la puerta para que no solo los diabéticos, sino aquellos con algún otro tipo de enfermedad crónica reclamen su derecho a ser diputados.
Será interesante ver cómo resuelve la sala Monterrey y las consecuencias que este capricho desencadene.
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