Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags, 17 de junio 2024.- Para nadie es un secreto: tanto en su vida personal como en el ejercicio público, el ladrón Martín Orozco ha demostrado de manera fehaciente e irrefutable estar convencido de que, para él, la moral es solo un árbol que da moras.
Hoy, pretende erigirse en el paladín de la justicia y señalar con flamígero dedo presuntos yerros al interior de su partido y arremete contra su dirigente nacional y contra otros personajes que no se han plegado a sus etílicos caprichos.
Martín Orozco se siente impoluto. Cree que nadie en Aguascalientes y en México se acuerda que es un ladrón sentenciado, sin calidad moral para andar alzando la voz. Se le olvida a conveniencia la sentencia emitida en el expediente 0166/2021, donde se le encuentra culpable de los delitos de ejercicio indebido del servicio público y de tráfico de influencias en agravio de la sociedad y del ayuntamiento.
Martín Orozco ve la paja en el ojo ajeno y se olvida de la viga que trae en el propio, al estar condenado a cuatro años de cárcel, a la inhabilitación por tres años para desempeñar cualquier empleo, cargo o comisión públicos, así como el pago de 2 millones de pesos como reparación del daño por los terrenos municipales que se robó.
Eso, sin contar con la investigación solicitada por la Comisión de Vigilancia a causa del descarado sobreprecio en los puentes elevados de segundo anillo y los millones de pesos que se robó de participaciones federales.
Y qué me dices, Martín, del levantón del pepenador que se metió a robar a tu casa y cuyo cadáver aún permanece como no localizado, así como del misterioso suicidio del comandante Rojo cuando lo llevaban a declarar del caso.
Martín, con tu historial delictivo más te convendría taparte y no andar de boquiflojo y hablador.
Comentarios