Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags. 27 febrero 2024.- Se equivoca quien piense que el delincuente Martín Orozco se ha quedado tranquilo después de haber sido sentenciado por ratero en el Juzgado Segundo Penal.
Por el contrario, el odio lo consume, de noche y de día no deja de rumiar el no poder seguir robando dinero público. Su ambición lo ha enfermado y nada puede hacer para remediarlo, pues en 2022 fue incapaz de tronarle al PAN la elección del Gobierno del Estado y entregarle el control a Morena.
Orozco no logró ser embajador, a lo más que llegó es a asesor del gobierno morenista de Asientos.
Hoy Martín Orozco vuelve a la carga y de nuevo quiere hacer perder a su partido y para ello tiene las manos metidas en Morena, más allá de lo que en público opine el títere que cobra como presidente de ese partido, Gil Muñoz.
Más allá de lo escandalosamente evidente, Orozco Sandoval ha enviado a Morena a su sobrino Daniel Orozco como refuerzo para tratar de salirse con la suya. Tan descarados son los Orozco que al sobrino no le importa dejarse ver en un restaurante de la avenida José María Chávez y que su fotografía circule en las redes morenistas.
Y es que, hablando de corruptos, Dios los hace y ellos se juntan, solitos.
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