Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags. 9 de agosto 2024.- Construido sobre los restos de un antiguo cementerio, la sede del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy asemeja un olvidado camposanto, donde solo se escuchan los lamentos de almas en pena, llorando por lo que destruyeron y no volverán a recuperar.
Quienes ahí quedan esperan un milagro caído del cielo para recuperar viejas glorias, pues no mueven un dedo para lograrlo. Kéndor Macías y Leslie Atilano no se conforman con odiarse a muerte entre sí, sino que se encargan de mantener alejados a quienes algo pueden aportar.
Y si no se aceptan entre ellos, a la sociedad no la voltean a ver. No conocen su problemática ni les interesa,
Su infinita soberbia los esta llevando rumbo al despeñadero, soslayan los problemas hasta que les estallan en las manos. Tal es el caso de la propiedad del edificio sede de López Mateos, del cual, como Don Ramón, deben muchos meses de renta, que pretenden sea olvidada.
Kéndor Macías ha repetido tanto la mentira de que ya Alito les envió recursos para ello, que terminó por creerse sus propios embustes. El problema es que a la ley no la engañan y son muchos los que sed verán en problemas judiciales por este tema.
La bomba está a punto de estallar.
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