Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags. 21 de octubre 2024.- No le dieron tiempo de respirar, desde la primera sesión de la actual Legislatura del Congreso del Estado, cuatro de los 8 diputados que conformarían la bancada de Morena decidieron que Fernando Alférez no tenía los tamaños para estar al frente y formaron su propia fracción parlamentaria: la denominada “De la Cuarta Transformación”.
Como era de esperarse, Alférez y su ex yerno al que niega, Gilberto Gutiérrez, montaron en cólera, no tanto por el escarnio público, sino por la sensible baja de recursos a los que pueden meter mano en el Congreso y, especialmente, porque en la JUCOPO Alférez se quedó, literalmente como el chinito: nomás mirando, pero sin poder decidir.
Raudo y veloz, Fernando Alférez se dolió ante el Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes, pretendiendo se regresara a los inconformes a la fuerza al yugo de su bancada, pero con la misma rapidez los magistrados locales desecharon su intentona por ser notoriamente improcedente.
Hoy el morenista acusa que acudirá a la Sala Monterrey, donde obtendrá el mismo resultado. Y es que su abogado, Guillermo Montoya fue bueno en su tiempo pero quedó desactualizado y ya hasta un pasante barre y trapea con él en cualquier asunto.
Otro tema donde Alférez quedó en ridículo fue en las amenazas de expulsar de Morena a los diputados que osaron desobedecer el mando sagrado de la pareja real de la 4T en Aguascalientes, pues esos legisladores aún aparecen en el padrón de militantes.
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