Muy buenos días mi querida familia.
Por el P Gandhi.
Domingo de Navidad.
Fiesta de la Sagrada Familia.
Leer el evangelio de este domingo implica una cierta profundidad. Demanda leerla con detención, no como una mera historieta. La escena del niño perdido y hallado en el templo nos resulta simpática porque termina bien y el niño es reintegrado a la familia.
Esto sirve de catequesis para hablar de los valores de la familia, aunque aquí no se presenta particularmente diligente. Quizá las cosas van por otro lado.
Pone el autor en boca de Jesús una frase que parece un tanto hiriente: «¿No sabían qué debo ocuparme en las cosas de mi Padre?». ¿Qué son “las cosas de mi padre”. ? Leyendo el conjunto del evangelio el asunto queda meridianamente claro: que el pobre sea dichoso, que las lágrimas sean atendidas, que la justicia dé un paso al frente y la muerte uno atrás, que el perdón venza a la venganza y que la compasión sea lo primero, etc. Que los valores evangélicos, en suma, vayan adelante. De eso se ocupa Jesús porque esas son “las cosas del Padre”.
Dice el Papa Francisco una frase luminosa en su última encíclica: «Si nos alejamos de la comunidad humana, también nos iremos alejando de Jesús. Si la olvidamos y no nos preocupamos por ella, nuestra amistad con Jesús se irá enfriando. Nunca se debería olvidar este secreto. El amor a los hermanos de la propia comunidad humana es como un combustible que alimenta nuestra relación de amigos con Jesús. Los actos de amor a los hermanos pueden ser el mejor o, a veces, el único modo posible de expresar ante los demás el amor de Jesucristo» DN 212).
Estamos en Navidad. Que sea fiesta de alegría, pero que hagamos en ella un sitio, siquiera pequeño, a las situaciones de quienes anda mal. ¿No es la encarnación una noticia buena para los más frágiles? ¿No son esas “las cosas del Padre”?
¿Y yo, en qué cosas me ocupo?.
Estamos por terminar el año 2024, los invito a ir como familia a dar gracias a Dios y al mismo tiempo, pedir su cercanía en este nuevo año 2025, año de la Esperanza.
Feliz último Domingo del año. Dio con noi.