* No debe manipularse el nombre de Dios con fines extraños
* Cada uno de nosotros es Templo del Espíritu Santo. No profanemos este tempo con el orgullo, con la soberbia, la envidia, el alcohol, drogas, pornografía o una sexualidad mal vivida
* Es importante respetar los templos de piedra, preocuparnos por ellos, recuperar el sentido genuino de nuestros recintos sagrados
Por Mario Luis Ramos Rocha
Aguascalientes, Ags. 3 marzo 2024.- Como muy grave calificó el Obispo Juan Espinoza Jiménez el que alguien quiera servirse de Dios, de la Iglesia o de su condición católica para subir en el ámbito político, social o económico, pues Jesús se indigna de que la Casa del Padre haya sido convertida en lugar de negocios y no de oración.
En la Homilía de la Misa Dominical que hoy presidió en la Catedral Basílica de Aguascalientes, el Pastor de la Iglesia Católica en la Diócesis señaló que, el expulsar Jesús a los mercaderes del templo se convierte en un gesto profético no solo contra la institución actual, sino una acusación contra todo sistema que intenta manipular el nombre de Dios con fines extraños.
El Obispo Juan Espinoza recordó que el cuerpo de cada uno de nosotros es Templo del Espíritu Santo y como tal, no debemos profanarlo con el orgullo, la soberbia, la envidia, alcohol, drogas, pornografía o una sexualidad mal vivida.
También reconoció que sigue siendo necesario y válido construir templos de piedra, importantes para encontrarnos con Dios, orar y celebrar la fe, donde se reciban los sacramentos.
Llamó ser conscientes de que el Templo es la Casa de Dios y como tal requiere de una actitud de respeto, para lo cual debemos preocuparnos por su belleza y recuperar el respeto genuino de respeto por nuestros templos y no caer en el mismo error de los judíos, que convirtieron sus templos en mercados.
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